domingo, 16 de diciembre de 2012


LA EDUCACIÓN VOCAL

El docente debería ejercer el compromiso de un uso consciente de la voz. Ese uso consciente, esa voz proyectada que el profesor debería practicar, tiene tres puntos de apoyo básicos. Para ejemplificarlos usaremos la metáfora del doctor François le Huche que habla de la voz como una estatua erigida en una plaza pública:
“… Si esta estatua presenta problemas de estabilidad, el origen de éstos puede residir en la propia estatua, pero más probablemente estará en el pedestal o en el terreno.”

Puntos de apoyo de la reeducación vocal.

La primera etapa (el terreno) se refiere al control psicomotriz. Mediante un entrenamiento en la práctica personal de la relajación, el sujeto aprenderá a dominar su nivel de tensión interior, es decir, aprenderá a relajarse y a ser capaz de movilizar pequeñas cantidades de energía (noción de economía de energía). Además, la práctica de la relajación dará la oportunidad de realizar una toma de conciencia del propio cuerpo, desarrollando su imaginario corporal. El esquema corporal.
La segunda etapa (el pedestal) representa la técnica del soplo y del comportamiento general. En la proyección vocal, el comportamiento fonatorio correcto requiere una actitud física y mental particular, que comprende el soplo abdominal y la verticalidad. La práctica de una respiración eficaz.
La tercera etapa (la estatua) se refiere a la propia práctica vocal, es decir, los ejercicios vocales. La técnica de emisión.

Con esta  explicación comprendemos fácilmente que es imposible adquirir una técnica vocal sin haber trabajado previamente la técnica del soplo y practicado ejercicios de verticalidad. Además, comprende que estas técnicas no pueden adquirirse si no se ha aprendido en primer lugar a dominar la tensión psicomotriz (el terreno debe estar allanado).
Aun cuando hayamos admitido perfectamente la necesidad de estas etapas sucesivas (en la práctica no son realmente sucesivas sino que se superponen), debemos refrescar esta información  al cabo de unas sesiones. Después de unos días podemos olvidar las razones de los ejercicios de relajación, por ejemplo, y ya no sabemos qué relación existe entre esta práctica y nuestra voz.
La regularidad del entrenamiento es uno de los factores más importantes para progresar, con 10 ó 15 minutos diarios es suficiente.
Tampoco se trata de un control continuo de nuestra manera de emitir la voz. Cuando hablamos no pensamos en nuestra voz. Si nos miramos constantemente los pies con el objeto de andar mejor, tenemos pocas probabilidades de conseguirlo. En realidad, se trata de modificar reflejos o, mejor dicho, de reencontrar los automatismos normales perdidos o viciados por el esfuerzo.

Sobre la necesaria reeducación vocal resumo este fragmento de François Le Huche de su libro “La voz. Anatomía y fisiología – Patología – Terapéutica” porque ejemplifica claramente lo que yo llamo ‘los tres puntos de ajuste’ en los que debe apoyarse la reeducación vocal.

lunes, 3 de diciembre de 2012





¿CÓMO SE ORIGINA LA VOZ?
El aparato fonador está formado por la laringe y las cuerdas vocales. Su función consiste en reproducir el sonido.
El aire al salir de los pulmones, pasa por los bronquios, que se unen llevando la corriente de aire hasta la tráquea, formada por una serie de anillos cartilaginosos, colocados uno sobre otro. Encima de la tráquea se encuentra la laringe, el más importante conjunto de músculos y cartílagos del sistema fonador.
La función primaria de la laringe es respiratoria (proteger las vías respiratorias) y esfinteriana, donde surge el reflejo de tos cuando algún ‘extraño’ entra en el organismo. Y su función secundaria es la fonación. Aquí es donde se origina el tono fundamental de la voz, cuyo ascenso se verá amplificado por las cavidades de resonancia. Es importante tener conocimiento del funcionamiento de la laringe y la faringe para tener un mayor concepto de la voz y de su uso.